en el atardecer de los dioses todo se vuelve rojizo con color abrasador el mundo tiembla. de improviso el imprevisto del flujo de un ardor no controlado que fluye en el apogeo del dorado de un vientre lleno y deshecho por el placer arriesgado de temores y rumores de enfermedades siniestras de algún dios despechado. el deseo encarnizado encaminado al amor es temblor de un dolor del olor del que da placer a cambio de ser un dios de atardeceres acolchados
en el atardecer de los dioses
todo se vuelve rojizo
con color abrasador
el mundo tiembla
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