el regalo del 18 de octubre de 2011

leonard cohen llegará el martes en una caja voladora con un lazo celebrador, veo al poeta con su música y algunas velas de fiesta repartidas por los bolsillos de su chaqueta negra, y en su sombrero de ala anidan pequeñas naranjas

hace tiempo que cada momento de su voz con palabras musicales tiene mucho más que cualquier premio.
cuando vi a leonard por primera vez era una chiquilla aburrida y adormilada sobre una alfombra, recuerdo que al escuchar su voz abrí un ojo con cierto escepticismo, no esperaba encontrar una voz, un hombre, tan personal. abrí el otro ojo con ganas y me dije ´¿quién será este señor grande, luego pensé que fuese quien fuese me gustaría siempre

alexandra´ es una canción especial para mí, la interpreté a mi manera, tanto es que no acabo de encontrar una traducción que se acerque por completo a lo que yo sentía cada vez que la escuchaba. hubo noches que escuchaba ´alexandra durante horas, hasta sentir que alguna conexión en mi cerebro me llevaba al lugar donde se escondía la quietud. veía perfectamente la boca de alexandra y volvía a  escuchar su risa, luego se iba por la ventana de la habitación del último piso, caía desnuda mientras un hombre se quedaba con su vestido

escucho escucho escucho mil veces más, y mil veces sigo viendo la misma alessandra lost

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dejaré un comentario que complementa el regalo
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vuelvo por aquí después de unos cuantos días porque se me olvidó decir que este 18 de octubre junto con todos los ya cumplidos y los que me quedan, es el día de mi cumpleaños