anoche soñé

que estaba en la peluquería que frecuento. pero poco a poco mis peluqueras se fueron transformando en inddividuos desconocidos. me estaban friendo el pelo y protesté con fuerza. fue inútil, así que seguí protestando con más fuerza todavía, hasta decirles que no tenían ni idea de peluquería, que eran unos farsantes, que no sabía para qué estaban allí.
de repente, uno de ellos cerró la puerta de salida. me di cuenta que sólo yo era clienta en aquella aparente peluquería. el tipo me miró con un trozo de cristal cortante en la mano, intuí que la cosa se ponía fea y empecé a hablarle con tranquilidad. fue entonces cuando comenzó a comerse aquel trozo de cristal
--- ¿no te cortas al comer cristales, le dije
--- no, el truco está en saber masticarlos y tragarlos ¿quieres un poco. respondió
--- quizá en otro momento, ahora no tengo apetito. gracias.

todos estaban comiendo trozos de cristal y parecía como si esperasen algo o a alguien. hablaban una lengua que no me sonaba ni a chino, así como parecían tener una especie de lenguaje corporal.
me situé cerca de la puerta, pero la curiosidad de intentar entender algo de lo que se decían, hizo que me quedase. de pronto, me inundó un sentimiento de dolor. mis ojos reaccionaron.
fue entonces cuando uno de ellos se acercó con gesto como maravillado y me dijo: tus ojos parecen de cristal

cerré los ojos inmediatamete, sintiendo en mis oídos una puerta. corrí hacia ese sonido.

cuando abrí los ojos estaba en mi cama, agarrada al despertador.

le he puesto nombre a mi despertador, no se llamará manolo ni carmen ni loco gritón, se llamrá: puerta.

le di puerta, y seguí durmiendo. volví a tener otro sueño, pero no lo recuerdo